El comienzo de otro Festival Ecuestre de Invierno en Wellington, FL ha llegado, y con eso la afluencia de caballos de todo el país. Y al igual que con las personas empacadas en aviones, los caballos en WEF intercambiarán aliento en la arena de calentamiento y en las carpas. Sin embargo, a diferencia de las personas y sus vacunas COVID, algunas vacunas equinas son obligatorias: ¡les estoy hablando, caballos FEI!
Vacunas comunes en los EE.UU.
Para proteger a sus caballos, su veterinario administrará vacunas una o dos veces al año. Un conjunto estándar de vacunas en los Estados Unidos puede incluir: influenza, rinoneumonitis, rabia, encefalitis oriental y occidental y tétanos. Su propietario / entrenador puede decidir tener más o menos de la lista anterior, de acuerdo con las recomendaciones de su veterinario, la ubicación geográfica y otros factores de riesgo. Algunas vacunas se unen en una ampolleta, lo que permite un solo sitio de inyección para múltiples vacunas. Por ejemplo, influenza y rino se combinan comúnmente en la misma dosis.
Posibles efectos secundarios
Su veterinario puede administrar las vacunas en el cuello a través de una inyección intramuscular, o hasta la nariz con una inoculación intranasal. Los caballos pueden estar un poco adoloridos e hinchados durante los próximos días en el lugar de la inyección, lo cual es normal. De hecho, su veterinario también podría haber dejado medicamentos para el dolor para poner en el grano de su caballo para ayudar con el dolor. Ocasionalmente, los caballos pueden desarrollar fiebre, volverse letárgicos e incluso dejar de comer. Si nota estos comportamientos, llame a su veterinario y ellos pueden crear un plan para ayudar al animal a volver a la normalidad.
Llamada de emergencia
Las cosas que debe saber que requieren una llamada veterinaria de emergencia son secreción maloliente que rezuma del sitio de la inyección; urticaria que brota por todo el cuerpo; dificultad para respirar; o actuar con cólicos. Me parece mejor mantener un registro de cuándo se vacunó cada animal, en qué lado del cuello recibió cada vacuna y cómo reaccionaron. De esta manera, si un caballo tuvo una reacción, su veterinario tal vez pueda idear un plan alternativo para la próxima vez.
Al final del día, usted es la primera línea de defensa para estos animales. Usted los conoce mejor. Cualquier cosa fuera de lo común debe ser una bandera roja y depende de usted abogar por ellos de la mejor manera posible.
Sobre el uso humano de medicaments equinos…
La gente de los caballos es rara. Personalmente he observado a un viejo jinete inyectarse en la pierna con Adequan por sus articulaciones doloridas, sin embargo, la sola idea de una vacuna contra la gripe lo aterrorizaba. Otra historia de terror: un entrenador de caballos se inyectó con Osphos después de que se rompió la mano en un esfuerzo por acelerar su curación. ¿Cómo cree que funcionó para él? No fue bueno, terminó con cálculos renales de gran tamaño. ¡Diviértase pasándolos! Moraleja de la historia: por favor, no se inyecte sustancias formuladas para caballos, no importa cuán brillante parezca su idea.
Por Laura Elser
¡Hola! Nativa de Nueva Inglaterra, he estado andando por todo el país desde el 2012, siempre haciendo algo relacionado con los caballos (¡solo me faltan 4 estados!). Graduada de la Universidad de Findlay en 2016, convertida en técnica veterinaria, convertida en vaquera y de vuelta en técnica veterinaria. Entre los años universitarios, hice una pasantía con jinetes de vaquería profesionales por todo el país y aprendí los entresijos de ser una palafrenera (o una ensilladora, como lo llaman). Después de graduarme, intenté ayudar a los veterinarios en las llamadas a las granjas, y rápidamente me volví adicta al clima de Florida durante los inviernos. Me tomé un descanso de 3 años para ser una vaquera en las montañas Bighorn de Wyoming, pero ahora estoy de vuelta en Wellington disfrutando de mi 5º circuit.
*Traducido por Carmen Elisa Franco
Hey there! A New England native, I’ve been hopping around the country since 2012, always doing something horse-related (only 4 more states to go!). A 2016 University of Findlay grad, turned vet tech, turned cowgirl, and back to vet tech. In between college years, I interned with professional western riders across the country, and learned the ins and outs of being a groom (or a saddler as they call it). After graduation, I tried my hand at assisting the veterinarians on farm calls, and quickly became addicted to Florida weather during the winters. I did take a 3-year hiatus to go be a cowgirl out in the Bighorn Mountains of Wyoming, but now I’m back in Wellington enjoying my 5th WEF circuit.
